¿Avalan realmente los mercados la salida de la crisis o es un espejismo?

El Ibex 35 alcanzó durante la sesión de ayer niveles que no se observaban desde abril de 2010, esto es, hace casi cinco años. La prima de riesgo, por su parte, repuntó levemente pero se mantiene cerca de los 90 puntos, un nivel que, también en este caso, supone mínimos de 2010 y está muy lejos de los 638 enteros que alcanzó en julio de 2012.

¿Considera el mercado que España ha superado la crisis?

Sí. La semana pasada, Bank of America Merril Lynch (BofAML) publicó un informe en el que afirma que España crecerá con fuerza en los próximos años. Asimismo, Moody’s emitió otro documento en el que habla de «círculo virtuoso» para la economía española. Además, la mayor parte de las entidades están revisando al alza sus previsiones para España situándolas todas ellas en un crecimiento esperado del Producto Interior Bruto (PIB) cercano al 2,5% en los próximos años. Y a todo ello hay que sumar la mejor situación de las compañías españolas, que después de los duros ajustes acometidos en los últimos ejercicios comienzan a presentar unos resultados muy positivos o, al menos, mejores.

¿Pero es todo mérito de España?

No. Los hitos marcados tanto por la Bolsa como por la deuda serían inconcebibles sin la actuación del Banco Central Europeo (BCE). Su excepcional programa de compra de deuda, que comenzará este mismo mes y con el que quiere inyectar a la maltrecha economía de la Eurozona hasta 60.000 millones de euros, ha provocado que, primero, la rentabilidad de la deuda esté en mínimos históricos, y segundo, y como consecuencia de lo anterior, los inversores estén buscando en la renta variable la rentabilidad que ya no encuentran en el mercado de renta fija.

¿Se va a mantener en el tiempo esta situación positiva?

En la Bolsa, y según la mayor parte de las previsiones, sí. Los 12.000 puntos para el Ibex es el objetivo que muchas firmas de análisis han marcado para el selectivo al cierre de este año, lo que supondría que todavía tiene un potencial superior al 7%. En el mercado de deuda, en cambio, hasta 10 referencias españolas cotizan en mínimos históricos y el Tesoro ya ha celebrado subastas a rentabilidades prácticamente nulas. Por ello, el margen de mejora es menor aunque en noviembre, cuando se comenzó a dar por sentado que el BCE implementaría el Quantitative Easing (QE) que anunció en enero, entidades como Goldman Sachs estimaron que el diferencial entre el bono español y el bund alemán podría estrecharse hasta los 70 puntos básicos.

¿Qué puede revertir esta situación?

La política, que es sin duda la nueva prima de riesgo. Las numerosas citas electorales pueden ralentizar la economía, tal y como agencias de calificación y entidades financieras han apuntado en no pocas ocasiones. Además, la fragmentación del mapa político que probablemente se derivará de las elecciones generales con Podemos obteniendo una importante cota de poder también se considera un factor de riesgo. De hecho, si el Ibex es el índice de la Eurozona que menos repunta en el año es en buena parte consecuencia de ello. Las tensiones entre la Generalitat y el Gobierno central, en cambio, han pasado a un segundo plano en los últimos meses.

¿Y Grecia?

«La aprobación del plan de rescate griego de la semana pasada aplacó el miedo de una salida inminente de Grecia de la Eurozona, causando un rally de los bonos periféricos, y ayudando a reforzar la confianza de los inversores en la zona euro», señalaba ayer J. P. Morgan A. M. en su Market Insights en lo que supone la confirmación de que los peores temores parecen haber pasado ya. Ahora, el próximo en el capítulo heleno es el nuevo posible rescate que Grecia podría pedir y que ascendería a un máximo de 50.000 millones.

 

EL MUNDO