Blackstone avisa: «No hay burbuja aún en el sector inmobiliario en España, pero hay que tener cuidado»

Claudio Boada, senior advisor del gigante Blackstone, ha afirmado hoy que no hay burbuja en el ladrillo español, pero hay que tener cuidado.

Boada ha hecho estás declaraciones durante la presentación del informe «El dinero en 2013» de PWC. «Nosotros invertimos en el sector inmobiliario español en septiembre de 2012, dos meses después de que España estuviera al borde del rescate, pero vimos que se estaban tomando las medidas adecuadas y que el sector presentaba una oportunidad», ha recordado.Blackstone ha estado especialmente activo en la compra de paquetes a Sareb y a finales de mes espera cerrar la gran transacción de créditos problemáticos realizada con Catalunya Caixa, con un valor nominal superior a los 6.300 millones. «Antes apenas teníamos competidores en el sector inmobiliario, pero en los últimos meses ha crecido mucho el número de fondos interesados», apuntó el ejecutivo. «No estamos en una burbuja, pero las rentabilidades esperadas serán muy inferiores. Hemos rechazado ya varias operaciones. Hay que ir con cuidado en el mercado inmobiliario y no mezclar churras con merinas».

En la misma conferencia, centrada en la necesidad de que las empresas busquen financiación alternativa al crédito bancario, Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic and Policy Research, ha alertado sobre el crecimiento del shadow banking. «El 27% del crédito nuevo lo han dado estos fondos que sólo cuentan con el backstop de sus partícipes. Los bancos centrales empiezan a preocuparse sobre qué puede ocurrir si hay problemas con estos fondos».

El evento ha sido clausurado por íñigo Fernádez de Mesa, secretario de Estado de Economía, que ha hecho un repaso sobre las reformas acometidas tanto a nivel europeo como en España para mejor el acceso de las empresas, principalmente las pymes, para acceder a la financiación.

Fernández de Mesa ha citado cuatro factores que explican por qué 2015 va a soplar con el viento a favor: la depreciación del tipo de cambio; la caída del precio del petróleo; la moderación salarial; y la rebaja de costes de financiación y del capital para las empresas.

 

DIARIO EXPANSIÓN